CÓRDOBA, JUJUY Y SALTA

Todo lo que querés, todo el año

Durante los días 6 al 17 de mayo, nuestra asociación realizó un FAM TRIP a la República Argentina, con el fin de conocer una de las partes más desconocidas del país, Córdoba, Salta y Jujuy.
Desde hacia tiempo habíamos mantenido varios los encuentros con miembros de la Asociación Cordobesa de Agencias de Viajes, y las miembros de las distintas asociaciones de turismo de la región, y por fin se determinó realizar el viaje.
El programa se basó en visitar las áreas de mayor interés turístico de la región, a fin de poder valorar, y posteriormente transmitir a nuestros asociados en primer lugar, y clientes posteriormente las posibilidades que la zona ofrece para el mercado español, mayoritariamente el catalán.
Finalmente pudimos realizar el viaje, junto a un nutrido número de agentes de viajes y expertos en turismo de Cataluña.
Lo primero que nos sorprendió fue, la emotiva recepción que nos ofrecieron todas las autoridades y entes locales, tan solo aterrizar en tierras cordobesas.
Todos los entes y establecimientos querían mostrarnos sus posibilidades, lo que casi dificulto nuestro programa inicial que quedo más completo de aquello que podíamos realizar, pero con la siempre inestimable colaboración de nuestros asociados y un aguante estóico se realizó casi todo lo que nuestros amigos querían mostrarnos.
Tenemos que reconocer que uno de los éxitos del viaje, nos lo deparó la climatología, un tiempo soleado y fresco nos acompañó durante todo el viaje, sin dejar de hacer de forma, muy esporádica algún retazo de calor y hasta una corta lluvia, todo para que pudiéramos catar todas las opciones.
En este blog intentaremos a través de los textos  y las fotografías mostrar a nuestros asociados y público en general estas posibilidades que nos fueron mostradas, y alguna más que algunos de nuestros miembros realizaron, con lo que incrementamos la oferta.
No queremos cerrar esta introducción sin dejar de agradecer a todos y cada uno de los colaboradores argentinos el soporte y entusiasmo que nos ofrecieron durante, cada uno de los instantes que pasamos entre ellos, pero no seria justo por nuestra parte dejar de hacer una especial mención para cuatro personas que estuvieron con nosotros día y noche, Fabiana, Alejandra, Romina y por descontado MAXimiliano, sin obviar a los sacrificados chóferes que nos soportaron, a nosotros y al ripio.
GRACIAS AMIGOS, ESPERAMOS VERLOS DE NUEVO.


Vídeo resumen del viaje.

Con la colaboración de:

y de:


PROGRAMA DEL VIAJE


VIERNES 6 DE MAYO: BARCELONA – CÓRDOBA


A las 19:00 horas, presentación en el aeropuerto de Barcelona Terminal 1, delante de la oficina de ventas de billetes de IBERIA, L.A.E. para embarcar en el vuelo IB6769/6847 a las 21.15hs, con destino Córdoba, Argentina, con escala en Madrid.

22:35hs, llegada a Madrid. (Esto fue con el primer grupo, el segundo por "razones meteorológicas viajó vía Panamá City)

01:35 hs, (del día 7 de mayo) salida del vuelo con destino Córdoba Argentina. Noche a bordo

SÁBADO 7 DE MAYO: CÓRDOBA

Llegada al Aeropuerto Internacional de Córdoba, recepción y traslado al hotel Holiday Inn Córdoba.

Cóctel, acto de apertura por parte de la Asociación Cordobesa de Agencias de Viajes, Autoridades locales, organizaciones turísticas y entes locales.

Acto de apertura. Firma de Convenios.

Almuerzo en el Hotel. Salutaciones y parlamentos de las autoridades, miembos de los entes locales, entrega de distinciones y obsequios.....
Por la tarde visita a la ciudad; Iglesia de la Compañía de Jesús, Universidad  y Manzana Jesuítica (Patrimonio de la Humanidad).

Catedral, Museo de Bellas Artes Evita (Palacio Ferreyra), pasando por la calle Vélez Sarsfield en la cual podremos admirar las fachadas del Teatro Libertador San Martín, Shopping Patio Olmos y Avd. Hipólito Irigoyen.

Breve visita al Museo ya que se estaba realizando un conferencia en el mismo.

Recorrido por el Paseo del Buen Pastor e iglesia de los Capuchinos.
Continuación del recorrido por parque Sarmiento, zona Universitaria, plaza de las Américas, hasta llegar al Restaurante El Arrabal donde se realizará la cena con show.

DOMINGO 8 DE MAYO: CÓRDOBA - SIERRAS CHICAS

Paseo por las principales ciudades del antiguo CAMINO REAL que unía Buenos Aires con el Alto Perú. Los capítulos más ricos de la historia cordobesa pueden palparse por intermedio de un tramo del recorrido que realizon los conquistadores y comerciantes desde hace más de 400 años.
Salida después del desayuno hacia la ciudad de Jesús y María para visitar la estancia jesuítica (Patrimonio de la Humanidad).

Más tarde visita a la Estancia de Caroya (Patrimonio de la Humanidad) para tomar el almuerzo en el restaurante Macadam.

Por la tarde proseguiremos el recorrido por la Posta de Sinsacate y conoceremos la estancia jesuítica de Santa Catalina, también Patriominio de la Humanidad.

Más tarde nos desplazaremos a la ciudad de Ascochinga donde podremos visitar la Estancia La Paz la cual fue residencia en dos períodos del presidente argentino Julio Argentino Roca.

Cena en el Restaurante la Mamma.

LUNES 9 DE MAYO: CÓRDOBA - SALTA - JUJUY - PARAVACHASCA

Check Out en el Hotel y salida a continuación hacia Alta Gracia.

Visita a la Estancia Jesuítica de Alta Gracia (Museo Virrey Liniers).
Recorrido por la casa museo del Che Gévara.

Visita al museo Manuel de Falla.

Almuerzo en el Restaurante del Alta Gracia Golf Club.

Regreso a la ciudad de Córdoba para embarcar en vuelo de la compañía Andes con destino a Salta.

Llegada, recepción y cóctel en el aeropuerto  y traslado al Hotel Altos de la Viña en la cercana ciudad de Jujuy.

Cena Show en el Restaurante Lola M (complejo los aromos) con la presencia del presidente de la CAT Jujuy, de AAAJVIT, medios televisivos, radiales y prensa escrita.

MARTES 10 DE MAYO: SALTA

Desayuno y salida para realizar la excursión salinas grandes.

Almuerzo

Visita a las poblaciones de Tilcara y Humahuaca. 

Recepción en el hotel de Huacalera, regreso hacia Salta.

Check In en el Hotel Alejandro I.

Cena en el hotel con la Asociación Hoteles de Turismo (AHT)

MIÉRCOLES 11 DE MAYO: SALTA

Salida despues del desayuno hacia Cafayate

Paseo de día completo, con recorrido por la pintoresca quebrada del río de las conchas, (Caprichosas formas que la erosión del viento y el agua van dejando a la vera del camino) hasta el portal de los valles calchaquíes. Allí se encuentra Cafayate, tierra salteña donde se acunan en añejas bodegas los mejores vinos de uva torrontés del norte argentino y del mundo.

Almuerzo en la Cámara de Turismo de Cafayate.

Visita al Museo de la Vid y el Vino

Cena en la Cámara de la Balcarce

JUEVES 12 DE MAYO: SALTA

Mañana libre.

Almuerzo con la Cámara de Turismo de San Lorenzo

Traslado al Hotel Sheraton

Visita a la ciudad de Salta

Cena con la Cámara Hotelera Gastronómica y Afines de Salta

VIERNES 13 DE MAYO:  SALTA - CÓRDOBA - VALLE DE CALAMUCHITA
Salida a primerisima hora de la mañana hacia Córdoba.

Traslado al Hotel Sheraton. Check In

Salida a media mañana hacia el Valle de Calamuchita.

Arribo a la Estancia Las Cañitas Resort, Bodega & Viñedos ubicada a 25 Km. de Villa General Belgrano, la misma se encuentra envuelta en un microclima de 1.300 hectáreas, entre bosques de pinos, abedules, cedros, liquidámvar y robles.

Almuerzo en LA CUMBRECITA

Paseo por el pueblo de La Cumbrecita, primer pueblo peatonal de la República Argentina de estilo centro europeo, declarado Reserva Provincial y Comunal, un proyecto que tiene como objetivo principal la preservación, el cuidado y el mejoramiento de su medio ambiente.

Visita al centro de la ciudad de Villa General Belgrano, con su particular fisonomía centroeuropea.

Cena en el Ciervo Rojo, finalizada la misma regreso hacia Córdoba.

SÁBADO 14 DE MAYO: CÓRDOBA - VALLE DE TRASLASIERRAS

Salida a primera hora de la mañana hacia las Altas Cumbres.

Visita de Villa Cura Brochero donde visitaremos el Museo Brocheriano y su iglesia.

Visita del centro de la Ciudad de Mina Clavero.

Almuerzo en el Restaurante Harás de Ampascachi con una selección de comida casera.

Por la tarde de regreso a Córdoba visitaremos el Museo Rocsen.

Cena Show folklórico en la Peña Facundo Toro.

DOMINGO 15 DE MAYO: CÓRDOBA

Después del desayuno partida con destino VILLA CARLOS PAZ, el centro turístico más importante de la Provincia, donde recorreremos su centro comercial y pasearemos por la costanera del lago San Roque.

Almuerzo en la ciudad de Villa Carlos Paz

Por la tarde Spa Day en Posada del Qenti Health Resort.

Cena de despedida en el Hotel Sheraton de la ciudad de Córdoba.

LUNES 16 DE MAYO: CÓRDOBA- MADRID
Desayuno.

11:00 Traslado al Aeropuerto de Córdoba para tomar el vuelo hacía Madrid.

13:45 Salida del vuelo IB6850 con destino Madrid.

Noche a bordo

MARTES 17 DE MAYO: MADRID – BARCELONA
07:00 Llegada del vuelo a Madrid.

10:45 Enlace con el vuelo para Barcelona.

11:55 Llegada a Barcelona.

Fin del viaje.








Fundada el 6 de julio de 1573, por don Jerónimo Luis de Cabrera, a orillas del Río Suquía es un destino obligado para numerosos turistas.

Ubicada en el centro de la Argentina entre los 360 y 480 mts. sobre el nivel del mar, Córdoba con más de 1.300.000 habitantes y una dinámica económica es la segunda urbe en importancia de la Argentina, por su ubicación constituye un gran nudo de comunicaciones aéreas y terrestres, tanto nacionales como internacionales.

Otro rasgo distintivo de la Capital Provincial es su gran población universitaria y sus numerosas casas de estudio, tanto públicas como privadas.

Quién visite Córdoba podrá recorrer su Centro Histórico a través de la primera área peatonal del país, descubrir joyas de la arquitectura colonial y realizar paseos de singular belleza.

La capital cordobesa brinda a sus visitantes una amplia red de servicios, hotelería de primer nivel, un área comercial en el centro de la ciudad, tres grandes centros comerciales, diversos hipermercados y modernas salas de cine. Asimismo, Córdoba es sede de numerosos congresos convencionales y actividades culturales y deportivas durante todo el año.

Cultural y turística, tradicional y moderna, industrial y artesanal, Córdoba es uno de los centros económicos más importantes del país. 

Un relieve de serranías y, un clima benigno caracterizan a la provincia de Córdoba, donde se alternan paisajes naturales y monumentos arquitectónicos coloniales. Pueblos, reliquias históricas y pinturas rupestres, se combinan en un paisaje amable de valles, altas pampas y quebradas.

Hacia el noroeste de la llanura pampeana, surgen las sierras de Córdoba, pertenecientes al sistema “Sierras Pampeanas”, que alcanzan los 2.790 metros de altura en el cerro Champaquí. Sus valles fértiles, sus desiertos y salinas otorgan al conjunto una especial atracción. 
Dispersas siguiendo el camino hacia el norte, van apareciendo las capillas y estancias -del siglo XVII y XVIII- construcciones muchas de ellas legadas por los jesuitas.

La Manzana Jesuítica de la ciudad de Córdoba, comprende un bloque integrado por la Iglesia de la Compañía de Jesús, la Capilla Doméstica, la Residencia de los jesuitas y el Rectorado de la Universi-dad Nacional de Córdoba -antiguo Colegio Máximo de la Compañía de Jesús- con sus dependencias administrativas, Claustro, Salón de Grados, Biblioteca Mayor y Colegio Nacional de Monserrat. 
En 1599 los jesuitas se radican en Córdoba, en el solar cedido por el Cabildo de la ciudad, donde existía desde 1589 una pequeña ermita que pronto resultó insuficiente para albergar a religiosos, estudiantes y fieles. Por ello, a partir de 1606 comienzan las obras de edificación que darían forma a la actual Manzana Jesuítica. Sucesivamente se agregan construcciones destinadas al Colegio Máximo (1610), Universidad (1622), Real Colegio Convictorio de Nuestra Señora de Monserrat (fundado en 1687 pero instalado en su actual emplazamiento en 1782, tras la expulsión de la Compañía) y Noviciado (hacia 1710). La Iglesia y la Capilla Doméstica fueron construidas entre 1644 y 1671. La antigua ermita, una de las construcciones eclesiásticas más antiguas que se conserva en el país, constituye la Sacristía de la Capilla Doméstica.
En el lapso de tiempo comprendido entre 1599 y 1767, los jesuitas establecieron un sistema cultural-social, religioso, económico y territorial en la provincia de Córdoba. Testimonio de ello, son las estancias jesuíticas de Santa Catalina, Jesús María, Caroya, Alta Gracia y Candelaria, y la Manzana Jesuítica de la ciudad de Córdoba, que fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. 
Las estancias jesuíticas de Córdoba son una muestra singular de la organización productiva de los religiosos de la Compañía de Jesús en el país, que ha llegado a nuestros días a través de una arquitectura esmeradamente preservada. Si bien la historia demostró que estas estancias fueron adquiridas con fines económicos para el mantenimiento de colegios y otras casas de estudio, como es lógico “participaron también de cierto sentido misional, constituyéndose en centros de irradiación religiosa”. Las estancias de Jesús María, Caroya, Santa Catalina, La Candelaria y Alta Gracia pueden ser recorridas en un circuito de 250 Km por pintorescos caminos serranos.
La capilla de Candonga, oratorio de la estancia jesuítica de Santa Gertrudis, es otro legado de la acción de la Compañía de Jesús.

Estos establecimientos rurales del siglo XVII, junto a la Manzana Jesuítica de la ciudad de Córdoba, todos monumentos históricos nacionales, fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad, en el año 2000.
Córdoba es el escenario ideal para la aventura; las serranías surcadas por innumerables senderos, son una tentadora alternativa para quien quiera vivir una experiencia diferente. En cada uno de los valles de esta provincia se ofrece al turista actividades de turismo alternativo. 
Las opciones para estar en contacto con la naturaleza son infinitas. Montañismo, escalada, trekking, cabalgatas y mountain bike; travesías 4x4, safaris fotográficos, observación de flora y avistaje de fauna; parapente, ala delta y globos aerostáticos.

Centros de escalada como La Ola y Los Gigantes, de paredes graníticas y con vías para todos los gustos. 
Ascensos sin complejidad al cerro Uritorco (1.950 m) en las Sierras Chicas, al que se le atribuyen apariciones de ovnis y poderes sobrenaturales; trekking al cerro Champaquí (2.790 m), el techo de las Sierras Grandes, y al cerro Los Gigantes (2.374 m). Mountain bike por la sierra de Comechingones y el camino de las Altas Cumbres. Cabalgatas serranas desde Huerta Grande,  Ascochinga, Santa Catalina y Villa General Belgrano. Travesías y safaris fotográficos con observación de fauna y flora en la laguna Mar Chiquita, paraíso de las aves acuáticas; el cerro Uritorco, la quebrada del río Ceballos, la laguna de Pocho, el Parque Nacional Quebrada del Condorito y la laguna La Felipa. Parapente y ala delta en Cuchi Corral y en el cerro Las Gemelas. Vuelos en aeróstatos en Villa Carlos Paz y en las Sierras Chicas.
Artesanía. San Marcos Sierras es el principal centro de producción artesanal y de reconocido prestigio; allí se ofrecen tejidos, cestería, orfebrería, cerámica y alfarería. En el norte de Córdoba, instrumentos musicales en Cruz del Eje, cestería en Villa Quilino y Deán Funes, elaborada con fibra palma o mimbre. Tulumba concentra artesanos dedicados al tejido de mantas de lana, repujado de cuero y cestería en fibra vegetal. 
En Villa de María y Santa Elena se producen tejidos de lana rústica. En el valle de Punilla, La Cumbre ofrece singulares tejidos en fibra vegetal, trabajos en cuero y en piedras semipreciosas. Cerámica negra y alfarería elaborada con técnicas autóctonas, en San Javier y otras localidades de Traslasierra; objetos tallados en asta y tejidos de lana rústica en Villa Cura Brochero; utensilios y objetos decorativos realizados con cortezas, raíces y troncos en La Paz y Loma Bola. Ferias artesanales en Cosquín (2ª quincena de enero) y en la ciudad de Córdoba (Semana Santa). 

Productos regionales. Alfajores, colaciones y dulces. Salames y quesos. Aceite de oliva, vinos caroyenses y hierbas aromáticas. Alimentos de elaboración artesanal preparados con higos, olivos, miel y otros ingredientes producidos en las granjas ecológicas de San Marcos Sierras.

CORDOBA (Alrededores)



ALTA GRACIA
Histórica, encantadora y colmada de bellezas naturales, la ciudad de Alta Gracia encabeza el departamento de Santa María, Córdoba, destacándose como uno de los destinos más distinguidos del circuito de Paravachasca.
El paisaje de Alta Gracia confirma la etimología de la palabra con la que los comechingones designaron a este territorio: Paravachasca- lugar de vegetación enmarañada-, y se ubica en un amplio valle envuelto por sierras en forma de herradura.
Entre los atractivos invalorables de Alta Gracia, aparecen las reliquias jesuitas que perduran en su geografía; el arroyo Chicamtoltina que la atraviesa; el Parque García Lorca; los museos de diversas índoles; la casa del Che Guevara; y los dos campos de golf que cautivan aficionados.
Museo del "CHE" Guevara
El Museo muestra el honroso tributo de la tierra que lo vio crecer, a su memoria, a su vida digna y a su ejemplo... ... el ejemplo para las nuevas generaciones, que encuentran en ésta, su casa, el eco de sus pasos. Aquí se perpetúa un sentido homenaje, al niño, al joven, al amigo, a la figura universal: “EL CHE”.
Este museo abre sus puertas el día 14 de Julio de 2001. Desde aquí queremos mostrar qué fue lo que Ernesto encontró y vivió en este lugar que contribuyó a crear la personalidad y el carácter de quien se proyectaría sobre la historia como: “EL CHE”.





VILLA NYDIA
Fue construida por la Compañía de Tierras y Hoteles en el año 1911, para ser habitada por el personal jerárquico del Ferrocarril. La Familia Guevara, inquilinos de la casa, llegaron a estas serranías en busca de alivio para el asma que padecía el pequeño Ernesto, y así brindarle la posibilidad de crecer como un niño más en un ambiente de libertad en contacto con la naturaleza. La habitaron desde 1935 hasta 1937 y de 1939 a 1943, y luego fueron a vivir a Córdoba.

¿Por qué Villa Nydia? Nydia fue la hija menor del primer propietario de la casa, Barraco Candioti, y mientras la familia Guevara De la Serna vivió aquí, la casa llevó ese nombre. Posteriores dueños cambiaron su nombre por Villa Beatriz y otros.


Villa Nydia es declarada Bien Patrimonial por el Gobierno Municipal de Alta Gracia, quien la adquiere en noviembre de 2000, abriendo sus puertas como “Museo Casa Ernesto Che Guevara” el día 14 de Julio de 2001. En esta galería se exhiben fotografías de las distintas viviendas que la familia Guevara De la Serna habitó durante su estadía en la ciudad de Alta Gracia (1932-1943).


Estas casas poseen características similares, conocidas por los lugareños como Chalet de chapa, con techos de zinc de pronunciadas pendientes, crestería de hierro fundido y cenefas de madera, sus galerías abiertas en eclécticas fachadas constituyendo un valioso conjunto arquitectónico de tipología inglesa.


Ernestito


En 1927, Ernesto Guevara Lynch se casa con Celia De la Serna, para luego instalarse en Puerto Caraguatay (Misiones), lugar donde compraron unas plantaciones de yerba mate. Ante la llegada inminente del primogénito, el matrimonio decide viajar a Buenos Aires. Navegando por el Río Paraná hacen un alto obligado en la Ciudad de Rosario, y es allí que el 14 de junio de 1928 a las 3:05 horas, nace Ernesto Guevara De la Serna.


Los problemas bronquiales con los que nació se transformaron en asma. A fines de 1932 la familia de Ernestito, por consejo médico, se trasladó a Alta Gracia, buscando una solución para su enfermedad que lo acompañaría el resto de su vida.


Alta Gracia era un lugar turístico por excelencia, muy buscado por las personas con afecciones respiratorias, por su clima seco con aire puro y tonificante, y donde la familia Guevara residió durante once años (1932- 1943). A pesar del asma, hizo una vida activa, practicó varios deportes, generando en él un espíritu de disciplina y autocontrol.


Ernesto, era un niño travieso, inteligente, cursó sus estudios primarios en las escuelas públicas, “San Martín” (2° a 4° grado) y “Santiago de Liniers” (5° y 6° grado). Recibiendo de su madre las primeras lecciones.


Desde pequeño fue ávido por la lectura. Leyó cuanto libro tuvo a su alcance (Julio Verne, Emilio Zolá, Horacio Quiroga, Antonio Machado, Anatole France, etc.)


Cultivó muchos amigos que lo acompañaron, en su feliz niñez, en Alta Gracia, con aventuras inolvidables.


Su juventud


La familia Guevara De la Serna se traslada definitivamente a la Ciudad de Córdoba en el año 1943 residiendo hasta 1947.


Ernesto completó sus estudios secundarios en el colegio Deán Funes, donde hizo nuevos amigos entre ellos Tomás y Alberto Granado quienes lo apodaron el Pelao, chancho y fúser. A los 17 años, demostró gran interés por la filosofía y comenzó a escribir su propio diccionario filosófico. También formó parte del equipo de rugby en el club Estudiantes como medio scrum.


A fines de 1946 Ernesto terminó sus estudios secundarios y ese mismo año ingresó a trabajar en la Dirección Provincial de Vialidad de Córdoba.


En el año 1947, la familia regresa a Buenos Aires, debido a la enfermedad de su abuela Ana Lynch.


En 1948, se inscribió en la Facultad de Medicina de Buenos Aires, recibiendo su diploma de Médico el 1º de junio de 1953.


Durante el transcurso de sus estudios universitarios Ernesto realiza varios viajes. En 1950 realiza el viaje en bicicleta parte el 1º de enero, a bordo de una bicicleta Garelli, preparada con un pequeño motor “Micrón”, tenía 21 años. La intención era visitar a su amigo Alberto Granado en San Francisco del Chañar (Córdoba).


Parte desde Buenos Aires pasando por Rosario, su ciudad natal, y posteriormente estuvo varios días en Córdoba con Alberto, continuó viaje por Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy. A su regreso pasa por Catamarca, La Rioja, San Juan, San Luis y La Pampa.


En su travesía, Ernesto había visto y palpado la injusticia y la marginalidad en que vivían muchos argentinos, y también pudo percatarse de las grandes diferencias sociales que existían en el país. Indígenas y mestizos emigraban a las ciudades en busca de trabajo. Poderosos terratenientes, dueños de inmensos territorios, explotaban a numerosos campesinos.


Este recorrido de más de 4.000 km. es reconocido por la fábrica de motores “Micrón”, que publica en la Revista El Gráfico de marzo de 1950 la hazaña de Ernesto Guevara de la Serna.

Otro de los museos que cabe mencionar es el dedicado al compositor Español Manuel de Falla. Fue inaugurado el 14 de Noviembre de 1970 y en sus salas se exhiben objetos personales, libros, mobiliario, vestimentas, vajilla, correspondencia y fotografías, además de partituras manuscritas e impresas.

En la sala Juan José Castro se destaca el Minipiano utilizado por el Maestro, marca The Eavestaff de procedencia Inglesa, obsequio de Bernardo Iriberri.


Se realizan visitas guiadas especiales y cuenta con biblioteca, archivo documental, periodístico y Discoteca.


Sala Cádiz:

Se exhibe cama, sillón, poncho, retrato de Pablo Picasso.

Sala María del Carmen:

La máquina con la cual su hermana le armaba sus cigarrillos, máquina de escribir y testamento.

Sala España:

Maletín, jaquet y chaleco del Maestro, partituras.

Sala Juan José Castro:

Minipiano y batuta.

Sala Alta Gracia:

Juego de té y biombo.

Biblioteca:

Archivo documental, periodístico y Discoteca.
Una excelente oferta gastronómica y hotelera completan la infraestructura de Alta Gracia, un rincón de Córdoba donde dejarse invadir por la pureza del aire y la postal embelesante del paisaje, consiguiendo la tranquilidad absoluta algunos y despertando el vértigo los aventureros.

Así premiaron a don Juan Nieto por sus servicios a las huestes colonizadoras de Jerónimo Cabrera: con las tierras de Alta Gracia que, por entonces, sólo concentraban un par de ranchos y cultivos realizados por los aborígenes de su encomienda. Ni se imaginaba que el heredero de esa precaria finca, don Alonso Nieto de Herrera, al ingresar a la Compañía de Jesús por el 1643, la donaría a la Orden. Y mucho menos que de la mano de los jesuitas se desarrollaría semejante emprendimiento productivo, dedicado a la rama textil, ganadera y agropecuaria y en especial al comercio de mulas.

Ubicada a 36 km al sudoeste de la ciudad de Córdoba, la Estancia de Alta Gracia por el año 1659 había dejado atrás la originaria construcción de adobe y se había transformado en una mole de cal y piedra, desafiando con su estilo barroco la arquitectura de la época. Estaba conformada por la residencia, el obraje destinado principalmente a la producción textil, la carpintería y los hornos, la ranchería y sus sesenta cuartos para trabajadores, el tajamar, un dique artificial utilizado para el riego de los cultivos y la iglesia.

Diseñada por el genio de Andrés Blanqui, arquitecto de la Orden y responsable de la mayoría de las obras coloniales más prestigiosas de la Argentina, el santuario es una verdadera joya del barroco colonial que corona el ala sur del complejo. Única en el país por su fachada sin torres, posee un perfil de curvas interrumpidas y pilastras apareadas que rememoran el barroco italiano tardío. En su interior exquisitamente ornamentado, se destacan el retablo del altar mayor con sus columnas salomónicas y el púlpito tallado en madera, debajo de la bóveda.


En 1810, luego de la expulsión y de sucesivos propietarios particulares, toma posesión de la Estancia don Santiago de Liniers, antiguo Virrey del Río de la Plata, que vivió por escasos cinco meses hasta su trágico final. Diez años más tarde, don Juan Manuel Solares compró y loteó las tierras de las inmediaciones de la estancia, dando origen a la incipiente ciudad de Alta Gracia.


Si bien en 1941 fue declarada Monumento Histórico Nacional, la residencia fue ocupada por los herederos de Solares hasta el año 1968. Recién en 1971 se iniciaron las tareas de restauración que permitieron inaugurarla como Museo Nacional Casa del Virrey Liniers, en pleno corazón del valle de Paravachasca, entre las últimas estribaciones de las sierras chicas.


Traspasar el pórtico e ingresar al Patio de Honor acompañados por el aroma de los naranjos, jazmines y duraznillos, nos invita al recorrido: la cúpula que sostiene las tres campanas, un reloj de sol con su sombra proyectada y un apacible silencio que nos transporta en el tiempo.


Las salas del museo reflejan fielmente los ambientes de la vida colonial: las cujas de algarrobo, petacas de viaje hechas en cuero crudo, la rueca de hilar lana, el brasero. Todo dispuesto como entonces. De igual modo, la sala dedicada a Liniers con muebles que pertenecieron a su familia: el juego de comedor, una cornucopia bañada en plata, la mesa de cedro tallada y un óleo del Virrey.


Hoy en día, la Estancia de Alta Gracia es seguramente la de mayor actividad. Su integridad original se vio modificada por la trama urbana de la misma ciudad: el museo funciona en lo que antiguamente era la residencia; el templo es en la actualidad la iglesia parroquial; el obraje pasó a ser una escuela secundaria, el tajamar, un centro de recreación y paseo; y sobre las tierras de producción se construyeron diversos barrios.

Por esta razón, remontar el pasado de la Estancia Jesuítica de Alta Gracia significa conocer los orígenes de la misma ciudad, hoy convertida en un pujante centro urbano.

ASCOCHINGA

Desde Córdoba por la ruta E53, o bien por la serpenteante y verde ruta E57; Ascochinga se alza como el punto de cierre de la región de las Sierras Chicas. Este es un lugar acogedor que brinda hermosos paisajes a la vera de su río, la magia de sus estancias, sus circuitos aledaños y la calidad y excelencia de sus más variados servicios.

Un pequeño casco urbano suma atractivos a los alrededores naturales, mientras un río de pequeño cauce y bajo la constante frescura de los árboles atraviesa su corazón convirtiendo a Ascochinga en uno de los parajes más preciados de las Sierras Chicas, siendo allí donde la actividad turística se desarrolló más intensamente por su armónica combinación de paisajes y propuestas.


CALAMUCHITA

Centro turístico privilegiado del Valle de Calamuchita, Santa Rosa ha sido definida como base donde instalarse y recorrer las serranías de los alrededores. Combinación admirable de confortable planta urbana y exquisitas bellezas naturales, atrae a la familia prometiendo alternativas para todos los gustos.

Conjugando la esencia mística del cristianismo con las creencias de los pueblos originarios, Santa Rosa de Calamuchita ofrece al turista más de 425 años de historia y los reúne, en parte, en la Capilla Vieja, y en parte, en las magníficas estancias que conserva desde 1890.


Santa Rosa es una ciudad pujante con innumerables atractivos, entre los que resultan imperdibles el Puente Colgante, la Feria de Artesanos y el Parque Temático. Circuitos contemplativos, excursiones, turismo aventura y eventos culturales en cada uno de los meses del año completan su propuesta, que además despliega extensos arenales donde tenderse al sol previo chapuzón en las aguas del río.


Entre las Sierras Chicas y las Sierras Grandes, a orillas del río Santa Rosa, esta localidad cordobesa impulsa a buscar la cima del imponente Champaquí, y advertir allí, segmentando la mirada, a un lado la belleza de Traslasierra y al otro el encanto majestuoso del Valle de Calamuchita.

Historia de Santa Rosa de Calamuchita

Los indígenas primero y los conquistadores después, sentaron la base de esta ciudad que toma su nombre de la lengua comechingona, con un significado que destaca la “abundancia de talas y molles”.


Los comechingones y sanavirones fueron los originarios pobladores de estas tierras. Los españoles llegarían posteriormente, en 1528, accediendo al valle a través del río Carcarañá y uno de sus afluentes, el río Tercero.


Con la conquista, comenzaría también el asentamiento de importantes estancias, hasta que en 1935 la compra, fraccionamiento y loteo realizados por Diego Garzón, afianzarían el desarrollo urbanístico de la zona.

ESTANCIA CAROYA

Caroya en lengua quichua. Es la primera estancia que organizó la Compañía de Jesús por el año 1616.


Ubicada en el límite oeste de la localidad de Colonia Caroya, 44 km al norte de la ciudad de Córdoba (Ruta Nacional Nº 9), se enclava este enorme caserón colonial rodeado de arboledas y vides bajo el cordón de las sierras chicas.


Por el año 1661 fue vendida al fundador del Colegio Monserrat, el Presbítero Ignacio Duarte Quiróz, quien logró transformarla en una pródiga tierra con producción de maíz y trigo, frutas, vino, miel y algarrobo. En 1867, Duarte la donó al Colegio para que fuera utilizada como solar veraniego de sus estudiantes. Y así pasaron sus merecidas vacaciones alumnos como Juan José Paso, Nicolás Avellaneda y los hijos del Virrey Liniers.


Entre los años 1814 y 1816, las guerras independentistas hacen que Caroya se convierta en la primera fábrica de armas blancas del país, abastecedora de las puntas de bayoneta para el Ejército del Norte.


En el año 1854 pasa a manos del gobierno nacional que en 1876 dispone, bajo la presidencia de Nicolás Avellaneda, albergar a inmigrantes italianos provenientes de Friuli. En 1878, los nuevos colonos ya instalados en los cuartos de la estancia comienzan a organizar el poblado en las inmediaciones cercanas al casco.


Toda la residencia está organizada en torno a un amplio patio central que detenta en su ingreso dos enormes palmeras, seguidas de un frondoso jardín en el que se respira el aroma de los olmos, naranjos y palmos.


Junto a la capilla, el perchel, el tajamar, los restos del molino y las acequias, además del área dedicada a la quinta, constituye un destacado ejemplo de arquitectura residencial en el medio rural. Su estructura edilicia muestra rasgos arquitectónicos propios de los siglos XVII, XVIII y XIX, marcados por las distintas etapas de utilización de la casa.


Por esta razón, el museo pluritemático y el centro de interpretación que funciona en la estancia bajo la Dirección del Patrimonio Cultural de la Provincia de Córdoba, cobran singular importancia.


En las diez habitaciones que conforman el claustro, los objetos y muebles testimonian las diversas épocas. Arcones de madera, sillones fraileros, pinturas cuzqueñas y la talla de madera policromada de San Ramón Nonato fueron fieles testigos de los días de descanso que pasaban los alumnos del Monserrat.


La capilla, que data del siglo XVII, con sus paredes de piedra y sólo una imagen en el altar de la Virgen de Monserrat, invitan al recogimiento.


Los amantes de las armas pueden recorrer los salones y la galería donde se exhiben ejemplares de guerra como carabinas Remington 1879 y Charleville 1850, tercerola Smith 1857, además de sables y espadas de la época revolucionaria.


El paso de los friulanos por la casa quedó reflejado en sus juegos de dormitorios, baúles de viaje, ruecas para hilar y otros artefactos domésticos. También un enorme tonel con prensa para las uvas, fiel expresión de los frutos de Caroya, donde todavía los descendientes de esos inmigrantes producen el famoso vino frambua.


Tras años de historia, Caroya resguarda en sus silenciosos y apacibles rincones el espíritu de las estancias jesuíticas.


El pueblo creció luego espontáneamente y no puede definirse una fecha real de fundación.


ESTANCIA LA PAZ


Ubicada en Ascochinga, Provincia de Córdoba, y a solo 45 minutos  del aeropuerto internacional Córdoba, La Paz fue la estancia preferida del dos veces presidente argentino  Julio Argentino Roca.


Sus aposentos confortables, decorados con sobriedad y exquisito gusto, se imprimen del entorno apacible que impone un parque de 8 hectáreas diseñado por el paisajista Charles Thays en 1903.


Allí, un precioso lago da carácter a un paisaje dibujado por los increíbles colores que, según la estación, generan los rayos del sol.


Rodeada por añosos árboles y con una hermosa vista al lago, la piscina es uno de los sitios más encantadores de la estancia. Esta histórica construcción fue recientemente acondicionada y habilitada como spa, donde excelentes profesionales regocijan a los huéspedes con la relajación más completa y placentera.


La tranquilidad y la calma forman parte de la esencia de La Paz. Así nació en 1830 y así se convirtió en un refugio de sosiego para uno de los presidentes más significativos de la historia argentina: Julio A. Roca, quien fue propietario de esta estancia de Córdoba desde 1870 hasta finales de la década del 30, haciendo de este lugar un escenario privilegiado de la vida política y social más encumbrada del país.


De allí la gala que hoy se conserva con asombrosa fidelidad.

Las agradables habitaciones, la sala de lecturas, los salones sociales, cada ambiente lleva la impronta personal de quien supo dar rumbo a las épocas más grandiosas de la Argentina moderna.

JESÚS Y MARIA

Siguiendo por la Ruta Nacional Nº 9, se nos encontramos la Estancia de Jesús María. Su ubicación no es fortuita: por allí pasaba el camino real hacia la capital del Virreinato.


En 1618, los jesuitas adquirieron por ocho mil pesos, las 20 mil cepas de viñas, el molino, 250 vacas, 25 bueyes y 30 cerdos de la Chacra de Guanusacate, nombre con el que designaban a esas tierras los indígenas sanavirones.


En 1620, rebautizada con su actual nombre cristiano, este segundo emprendimiento productivo de la Compañía de Jesús concentraba a los aborígenes que eran asalariados y a cerca de trescientos esclavos, comprados en el puerto de Buenos Aires, que llevaban la mayor carga de trabajo. Como era de esperar, en la finca no sólo se hablaba el latín, el español y el italiano, sino también las lenguas aborígenes y africanas. Mitad monasterio y mitad factoría, los ranchos destinados a los indios y a los esclavos, fueron cambiando por las construcciones de ladrillo, piedra y teja, características de la Orden. El patio central cerrado en dos costados por un claustro de dos niveles, las amplias galerías, los arcos de medio punto, cierran el estilo propio de la Compañía. La iglesia, de fachada sobria y nave única abovedada, muestra en su interior una importante cúpula central ornamentada con relieves que denotan las manos de los artistas aborígenes. Junto a la sacristía, la elegante espadaña de piedra completa la arquitectura de la finca.


La producción vitivinícola de la Estancia de Jesús María alcanzó tal grado de calidad y desarrollo, que su fama trascendió las fronteras y se prolonga hasta nuestros días.


El lagrimilla, exquisito vino elaborado a partir del mosto de 48 mil cepas cultivadas, poseía un sabor tan singular que lo llevó a convertirse en el primer vino americano degustado en la mesa real de Felipe V en Madrid .


Luego de la expulsión de la Orden, la Estancia de Jesús María pasó a manos privadas hasta que en 1941 fue adquirida por el gobierno nacional y declarada Monumento Histórico. A partir de 1946, funciona como Museo Jesuítico Nacional, recreando las condiciones originales del emprendimiento.


En la planta baja de la estancia, lugar donde se elaboraba el famoso vino, hoy se encuentra una profusa colección de piezas arqueológicas de la zona. Un recorrido por las salas muestra imágenes religiosas, crucifijos, litografías, monedas y medallas, hasta llegar al tesoro jesuítico de Jesús María: la Inmaculada de madera, el Cristo de la Paciencia, los querubines legados por los guaraníes y otras tallas de impactante contextura americana.





LA CUMBRECITA

Un rincón maravilloso situado en el curso superior del  Río del Medio, en el faldeo de las Sierras Grandes, en el centro oeste del territorio cordobés, La Cumbrecita integra el itinerario por el Valle de Calamuchita. Pura, natural, saludable, ha merecido la categorización de primer Pueblo Peatonal y despliega ante los turistas una inigualable propuesta paisajística.


Casas de tronco y balcones florecidos en colores caracterizan las calles de La Cumbrecita, una de las joyas más preciadas de la provincia de Córdoba, donde la infraestructura se halla distribuida en total respeto a la geografía y aprovechando de modo inteligente los recursos naturales.


Entre sus atractivos más seductores despuntan los pinares que la rodean, especialmente en invierno cuando las nevadas pintan de blanco sus ramas; también las cascadas y vertientes que brotan de las montañas, y los puentes que cruzan el río cautivando a todo transeúnte de este sitio antecedido por un enorme estacionamiento, fiel símbolo de la restricción vehicular que lo rige.


Entre las reliquias del pueblo hay una fuente de madera de lapacho instalada en 1942, la cual posee una campanilla que los lugareños hacían sonar en casos de incendio u otras alarmas, y en la que actualmente la gente suele arrojar monedas para pedir deseos. Pero si algo encanta en La Cumbrecita, más allá de su encanto paisajístico, es su gastronomía de privilegiado refinamiento.


Historia de La Cumbrecita

Fue fundada en 1934 por Helmut Cabjolsky, un médico alemán que llegó a este rincón de Córdoba contratado por la filial Buenos Aires de la empresa Siemens. Enamorado del paisaje que le recordaba los bosques de su Baviera natal, Cabjolsky compró 500 hectáreas y comenzó a construir allí su casa, la cual se convertiría con el tiempo en lo que es hoy el símbolo del lugar: el Hotel La Cumbrecita.

LA PAZ


Ubicada a 41 kilómetros de Villa Dolores, La Paz se concentra en torno al antiguo casco de la estancia Los Talas formando junto a la Capilla de San Juan de los Talas un pequeño poblado.


Se trata de una de las villas más antiguas del departamento San Javier y es el principal centro recolector del oeste cordobés de naranjas y hierbas medicinales.


Desde La Paz se puede regresar por asfalto, tanto por el Camino de la Costa como por la ruta nacional N0 148 que pasa por Villa Dolores, o continuar hacia el sur por camino de tierra hasta Merlo, ya en territorio de San Luis.


LOMA BOLA


A mil setecientos metros de la plaza de La Paz se encuentra Loma Bola a la cual se la ha definido como el “paraíso de las hierbas medicinales”.


Abundan hierbas del más variado tipo que engrosan los acopios que se despachan periódicamente desde la región hacia Buenos Aires, Mendoza y Rosario.


Interesantes trabajos artesanales se realizan en el lugar que constituyen un motivo más de atracción para los visitantes.


El turista podrá también conocer un taller de piedras preciosas, visitar la Granja Ecológica El Manantial, y realizar turismo de aventura.


LUYABA


Pequeña y pintoresca población enclavada al pie de las Sierras de Comechingones a treinta kilómetros de Villa Dolores entre una exuberante y variada vegetación y con un arroyo de límpidas aguas que nace en el corazón de la montaña y desciende por profundas barrancas hacia el valle. Una hostería aporta la posibilidad de alojamiento al visitante que puede gozar así del paisaje de montaña, de la hospitalidad y sencillez de sus pobladores y la tranquilidad de las noches perfumadas del monte serrano.



MINA CLAVERO

En la actualidad, con sus más de 5.000 habitantes estables, Mina Clavero es el principal centro turístico del valle de traslasierra. Cuenta con alrededor de 14.000 plazas para albergar a los visitantes, la mitad distribuida en casas de alquiler y la otra mitad repartida en hoteles, cabañas, hosterías y campings.


Durante el día, Mina Clavero brinda sus hermosos balnearios, algunos más céntricos otros un poco más alejados, sobre los ríos Panaholma y Mina Clavero; entre los más conocidos están los del centro de Mina Clavero, Nido del Águila, Las Maravillas y la Quebrada del Toro Muerto. 


Se pueden realizar desde esta localidad numerosos circuitos turísticos hacia el sur o hacia el norte del valle, conocer algunos museos de distintas características, recorrer el camino de artesanos entre Mina Clavero y Villa Benegas, visitar una granja o un criadero de iguanas. También es posible practicar alguna de las tantas alternativas referidas al turismo de aventura como cabalgatas, caminatas, paseos en bicicletas para todo terreno, travesías en vehículos 4x4, vuelos en ala delta con motor desde el aeródromo, pesca de trucha o pejerrey, etc.
Cuando se esconde el sol, Mina Clavero se transforma en el gran centro nocturno de todo el valle de traslasierra. La avenida San Martín se convierte en peatonal y es el lugar de reunión obligado de grandes y chicos. Diferentes establecimientos gastronómicos se disponen principalmente en esta arteria y en sus cercanías, donde además se encuentran el casino, el bingo, y las discotecas para los más jóvenes. También tienen lugar distintos eventos culturales, musicales y teatrales.

POSTA DE SINSACATE

En el departamento de Totoral, sobre el camino que une Córdoba con Santiago del Estero, llamado antiguamente de Potosí, a 57 Km de la capital y a unos 9 de Barranca Yaco, se encuentra esta antigua posta. Data de 1709; fue en un principio propiedad de los jesuitas, y lo más probable es que haya sido un puesto o dependencia de la Estancia de Jesús María, que se halla próxima. Su construcción es sencilla y la calidad de los materiales usados indica que se levantó en distintas épocas. Lo primero que se debe haber hecho es la capilla y las habitaciones contiguas, que son de adobe; luego hay varias piezas de gruesas paredes de piedra quebrada y otras dependencias de adobe, que se nota han sido agregadas al cuerpo inicial.


La parte que mira al sur es la más baja; al otro lado se encuentra la capilla, que posee una espadaña de tres aberturas, la cual se destaca del resto de la edificación. Aquí se encontraban antiguamente las campanas, y aún se pueden observar restos de los maderos que las sostenían. Según la tradición, la terraza, a la que se subía por una escalera adosada a la capilla, servía para observar las diligencias que se acercaban. Pero es más probable, dadas las características, que la Posta de Sinsacate fuera primero una construcción religiosa. La capilla conserva aún en su interior restos del púlpito, y en sus muros puede observarse parte de las pinturas que la adornaban.


El edificio en total mide unos 50 m. de largo, es estrecho, de un solo piso, y en su frente tiene una amplia galería a la que dan todas las habitaciones. En muchos de sus detalles, la edificación responde a las antiguas postas destinadas al reposo de los viajeros y relevo de caballos.


Cobró importancia histórica después del crimen de Barranca Yaco. En 1834 era gobernador interino de Buenos Aires y presidente de la Legislatura el Doctor Manuel Vicente Maza, cuando estalló la guerra civil entre Alejandro Heredia y Pablo Latorre, gobernadores de Tucumán y Salta, respectivamente. En tales circunstancias, el Doctor Maza, de acuerdo con Juan Manuel de Rosas, decidió mandar a Juan Facundo Quiroga, "el Tigre de los Llanos", con la misión de terminar la lucha entre ambos caudillos. Poco antes de partir, en una entrevista que sostuvo con Rosas éste le ofreció una escolta. Al rechazarla Quiroga desdeñosamente, el tirano le advirtió:


"Tenga cuidado, no vaya a ser usted envuelto en esas cosas y le jueguen nuestros enemigos una mala jugada".


Al llegar a Santiago del Estero, el 3 de enero de 1835, se enteró de que Latorre había sido vencido y asesinado en Salta. Dispuesto a emprender el regreso, logró antes de hacerlo reunirse con Ibarra, caudillo santiagueño, Heredia de Tucumán y Moldes, delegado de Salta y convino con ellos la pacificación de las tres provincias. Cumplida su misión, resolvió partir de Santiago del Estero. Poco antes había recibido un anónimo de Córdoba en el cual se le decía que los hermanos Reinafé lo iban a matar, pero confiado en su valor tantas veces puesto a prueba no tomó precauciones y desafiando a sus enemigos dijo:


"No ha nacido todavía el hombre que ha de dar muerte a Facundo Quiroga; a un grito mío, esta partida se pondrá a mis órdenes y me servirá de escolta hasta Córdoba".


Durante el trayecto tuvo nuevos avisos de la suerte que le esperaba, pero no hizo caso. Así fue como el 16 de febrero de 1835, al llegar a la hondonada de Barranca Yaco, la partida organizada por los hermanos Reinafé, mandada por el Capitán Santos Pérez, apareció en el camino, hizo detener la galera, y de cuatro tiros mató a los peones, al tiempo que Quiroga se asomaba por la ventanilla preguntando:


"¿Qué significa esto?"

Y al darse cuenta de la situación, gritó:
"¡Eh, no maten a un general!"

Pero Santos Pérez, por toda respuesta, le descargó un tiro en un ojo, y abriendo la portezuela hundió su espada en el pecho del secretario, Dr. Ortiz. Sólo lograron salvarse el correo Marín y el asistente del Dr. Ortiz, quien por casualidad habían quedado algo rezagados. Marín llevó la noticia a la posta de Sinsacate y luego siguió viaje a Córdoba.


Era juez del lugar y propietario a su vez de la Posta de Sinsacate por aquel entonces, don Pedro Luis Figueroa, quien en conocimiento del hecho dispuso de inmediato trasladarse al sitio en compañía de varios vecinos. Una vez allí recogieron los cadáveres que habían sido escondidos por los asesinos en un bosque próximo, y los trasladaron a la Posta en la misma galera puesta rápidamente en condiciones. En la capilla de Sinsacate fue velado el famoso caudillo y también sus acompañantes, siendo llevado después su cuerpo a Córdoba.


Restaurado en 1946 por el Arquitecto Mario J. Buschiazzo, de la Dirección Nacional de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, se lo declaró "Monumento Histórico" por decreto no 90.732 del 14 de mayo de 1941.


SAN JAVIER Y YOCANTO


San Javier y Yacanto (solo separadas por el rio) nacieron turísticamente a fines del siglo pasado, cuando los ingleses que construían el ferrocarril hacia Villa Dolores eligieron este lugar para sus descansos.


Viejas y clásicas casonas, el balneario municipal, y tradicionales hosterías conforman el paisaje de esta villa enclavada al pie del Champaquí, punto principal del turismo de aventura.


San Javier conforma una unidad con Yacanto, al sudeste de Villa Dolores, de la que se encuentran a diez kilómetros por la ruta pavimentada denominada Camino de la Costa

La localidad de San Javier fue el primer asentamiento hispano en la Comechingonia.

Hoy, en un predio de diez hectáreas se encuentran el balneario municipal, construido con piedras del arroyo, el anfiteatro y un camping.


Excelentes casas de veraneo rodean al pueblo que, junto a una hostería categorizada, cubren la expectativa de alojamiento para los turistas.


La agreste vecindad de la Sierra de Comechingones es una invitación a las caminatas y paseos a caballo que permiten disfrutar del aire puro.


Por esta razón se practica el montañismo, ala delta y parapente. (Desde las cumbres con descenso en San Javier) y excursiones de aventura.


Se sugiere no dejar de conocer: la quebrada del Tigre, La Constancia, Barranca de los Loros, El Carrizal y Baño del Obispo.


La Población

Con un clima primaveral, un luminoso sol que se proyecta en la montaña y una pródiga vegetación, se levanta este caserío de hermosas residencias, rica forestación, exquisita fauna y floridos jardines.

El plástico Luis Tessandori supo plasmar en muchas de sus obras paisajes y escenas del lugar.
SANTA CATALINA 

La más grande de todas las estancias jesuíticas, Santa Catalina fue fundada en 1622. Vamos al norte rumbo a Ascochinga, siempre siguiendo por la Ruta Nacional Nº 9, pero esta vez a 70 kilómetros de la capital de Córdoba, unos 20 km al noroeste de Jesús María, donde se toma un camino provincial secundario. Y volvemos a remontar la historia. 

En las antiguas tierras de Calabalumba la Vieja, la Compañía de Jesús compra en cuatro mil quinientos pesos la Estancia de Santa Catalina que, por ese entonces, comprendía algunas precarias construcciones y muchas cabezas de ganado. Debido a la gran insuficiencia de agua, la primera gran obra de los jesuitas fue de ingeniería hidráulica: un conjunto de conductos subterráneos por el cual el agua llegaba a la finca desde Ongamira, a varios kilómetros de distancia en las sierras, y era almacenada en un gran tajamar. Así, Santa Catalina se convirtió en el gran centro de producción pecuaria con miles de cabezas de ganado vacuno, ovino y mular, además del obraje con sus telares y aparejos, la herrería, la carpintería, el batán (bastidor oscilante de telar) y dos molinos.

Pero más allá del gran emprendimiento productivo, Santa Catalina es conocida por su iglesia, ejemplo del barroco colonial en Argentina, visiblemente influenciado por la arquitectura centroeuropea del mismo estilo.

Más de un siglo después de adquirir la estancia en 1754, los misioneros jesuitas terminaron de erigir la iglesia. Su imponente fachada, flanqueada por dos torres y un portal en curva, es de líneas y ornatos gráciles, con pilastras y frontones curvos. En su interior fascina la armonía de las proporciones: una sola nave en cruz latina que culmina en la cúpula circular con ventanas en la bóveda, el gran retablo del altar mayor tallado en madera y dorado, en el que se destaca un lienzo representativo de la santa patrona de la estancia, una imagen de vestir del Señor de la Humildad y la Paciencia y la talla policromada de un Cristo crucificado.

A la monumental iglesia se le fueron sumando las demás construcciones del predio al estilo del Medioevo, claustros cercando patios, galerías con bóvedas de cañón, talleres, caballerizas, depósitos, huertas y rancherías.

Luego de la expulsión de la Orden, Don Francisco Antonio Díaz adquirió la estancia Santa Catalina en una subasta promovida por la Junta de Temporalidades, permaneciendo en manos de cuatro ramas de familiares descendientes hasta la actualidad.

Si bien en 1941 fue declarada Museo Histórico Nacional, para internarse en los solariegos patios y recorrer la estancia hay que pedir permiso, ya que cerca de 60 habitaciones son ocupadas por sus dueños.

Doña Lili, la fiel cuidadora del santuario, acompaña a los visitantes en su recorrido por el altar, los retablos y la sacristía.

En lo que antes era la ranchería de indígenas y esclavos, hoy se erige una pulpería campestre, donde se puede comer rodeado de artesanías y antigüedades.

Cualquier momento es bueno para recorrer la estancia, pero si decide hacerlo el 25 de noviembre o el último domingo de enero se encontrará con las fiestas patronales, que envuelven a Santa Catalina en un clima festivo, pleno de ritos y tradiciones.


VALLE DE TRASLASIERRA

El valle de traslasierra se halla dispuesto de norte a sur, flanqueado al este por la Sierra Grande que cae abruptamente hacia el valle, y al oeste por las sierras de Altautina y de Pocho. Al norte del valle se encuentra la Pampa de Pocho, planicie que alcanza unos 1.000 metros sobre el nivel del mar y que es propicia para el desarrollo de la actividad agropecuaria.


Al norte de la Pampa de Pocho se presentan una serie de localidades hasta llegar a la Cuenca del Sol, región donde se encuentran la ciudad de Cruz del Eje, Villa de Soto y San Marcos Sierras. Traslasierra brinda al visitante un clima singular, con más de 300 días de sol al año, y un paisaje majestuoso, en parte agreste y en parte tapizado con una frondosa vegetación. Los principales cursos de agua son el río Mina Clavero (de aguas frías) y el río Panaholma (de aguas templadas).


Ambos se unen y dan origen al río de los Sauces, que se caracteriza por sus amplias playas de arena, y que desemboca en el Embalse Ingeniero Medina Allende o Dique la Viña. El turista que visita traslasierra puede disfrutar fundamentalmente de la tranquilidad, de los balnearios y del turismo de aventura.


El gran centro turístico de traslasierra es el conglomerado urbano formado por las vecinas localidades de Mina Clavero y Cura Brochero, las que concentran los principales servicios y las actividades nocturnas que el visitante puede realizar en la región.


Al sur de estas localidades pasando por Nono, San Huberto, Arroyo los Patos, el valle presenta un sinnúmero de lugares como Las Calles, El Huayco, las Rabonas, los Hornillos, San Huberto, Las Chacras, Villa de las Rosas y las tapias, hasta llegar a Villa Dolores.


Nono es la localidad más antigua del Valle de Traslasierra en la provincia de Córdoba, Argentina, y es sin duda alguna una de las regiones más bellas de la provincia donde, como dicen pobladores, “vive la naturaleza”.


Surcado por ríos de aguas puras y cristalinas, el valle cuenta con balnearios de extensas playas bordeadas por una naturaleza intacta gracias a la ausencia absoluta de explotaciones o industrias contaminantes en toda la región y al extenso cordón montañoso que lo resguarda.


A escasos 5 kilómetros de Nono nos encontramos uno de los museos más variopintos que jamás uno se pueda encontrar, el Museo Polifacético Rocsen, donde tuvimos el honor de ser recibidos por su creador el francés Jean Jaques Bouchon, o como ahora se hace llamar Juan Santiago Bouchon, siendo el mismo el que se convirtió en nuestro improvisado guía, un espectáculo el que nos ofreció, con sus historias, su palabra fácil, y como no con sus chistes que amenizaron, aún más, si cabe, el recorrido por tan sui generis museo.



MUSEO ROCSEN

Historia del Museo

La vocación, el sueño y el empuje de un hombre

Juan Santiago Bouchon nació en Niza, Francia el 3 de julio de 1928. Realizó estudios de antropología, Bellas Artes Superior y Artes Aplicadas a la Industria en Paris.   Llega a la Argentina en 1950, se radica en Nono en 1959 e inaugura el Museo Rocsen en 1969 y desde entonces trabaja junto a su familia, en su sueño: " ROCSEN " Museo polifacético .


Toda una Vida

 “Mi nombre es Juan Santiago Bouchon y soy el dueño y fundador del Museo Rocsen.  Nací con una firme vocación de coleccionista que tuvo sus primeras manifestaciones a partir de mis tres años de edad. Todo me interesaba y vivía con los bolsillos llenos de las más diversas cosas. Mi madre me los cosía para que no se deformen pero sin éxito; regresaba a casa cargado de piedras, insectos, raíces, etc.

Hasta que a los ocho años, escarbando en el anfiteatro de Cimiez, Niza, en el sur de Francia donde nací desenterré un soldadito  romano de barro cocido de 2000 años de antigüedad y aquel mismo año, jugando en una playa de Normandía, en el norte de Francia, encontré mis primeros fósiles, desprendidos de los acantilados calcáreos de la región por la erosión de las olas. Estos dos hechos determinaron mi vida puesto que despertaron en mi una vocación de investigador incansable y le dieron nacimiento a la idea deformar un museo propio.


A pesar de los horrores vividos durante la Segunda Guerra Mundial, pude seguir en París estudios de Antropología, Bellas Artes Superior y Artes Aplicadas a la Industria. En cambio, soy autodidacta en ciencias naturales y en todas las otras disciplinas tratadas en el museo.


Lllegué a la Argentina el 31 de diciembre de 1950 con una mudanza de 23 contenedores (8000 kg.) y trabajé en la sección Turismo de la Embajada de Francia, razón por la cual hice una exposición que llevé por toda la Argentina. Descubrí que la Argentina me ofrecía un campo de acción ilimitado en las disciplinas que me apasionan desde siempre, es decir la arqueología, la antropología, la paleontología, la entomología, etc. Y pedí la radicación definitiva.


En el año 1959 me establecí en Córdoba, en pleno campo, a 5 Km. del pueblo de Nono, donde hoy se encuentra el museo.


Inauguré su primer edificio (100 m cuadrados cubiertos) el 6 de enero de 1969; Hoy el museo cuenta con 1530 m cubiertos y está proyectada una ampliación de 3000 metros más.


Mi deseo es lograr un museo polifacético con la finalidad de interesar al público más diverso. He observado que en los museos monotemáticos las personas que no están científicamente formadas se cansan rápidamente y éste el motivo por el cual el museo es todo lo diverso posible. Hice además un estudio psico-estético de la presentación de los objetos expuestos para que cada cambio de tema produzca un nuevo interés y al mismo tiempo, un descanso del tema anterior.


Fecundos diálogos con los visitantes me permiten desarrollar el museo basándome en estadísticas directamente extraídas de sus expresiones y es por eso que estoy preparando numerosos temas nuevos. Hemos comprobado además que el 46 por ciento de nuestros visitantes entran por primera vez a un museo.


Como dueño y fundador del Museo Rocsen soy miembro de International Council of Museums I.C.O.M (Consejo Internacional de Museos), de CEMUCOR (Centro de Museos de Córdoba), miembro titular de la Sociedad de Antropología e Historia Médica de Bs. As. Soy además, en la Argentina, Museólogo de la Nación”.(J.S.B.).


Siguiendo al sur de Las Tapias, encontramos las bellas localidades de San Javier, Yacanto, con su cancha de golf y hotel, la Población, Luyaba, y las hermosas la Paz, loma Bola -en la que se podrá realizar el Vía Crucis demarcado en el cerro homónimo - y San Pedro ,entre otras. A esta zona se la conoce como Senderos Agrestes. Todas estas pintorescas localidades se van mezclando en un paisaje único con la majestuosa presencia de la Sierra Grande, el dique La Viña, con su imponente paredón de 106 metros de altura (lugar propicio para la pesca del pejerrey y la práctica de deportes náuticos), arroyos que descienden de la montaña con sus balnearios y campings, tradicionales casas de té y viejas casonas transformadas en hosterías, modernos complejos de cabañas y hoteles, negocios de artículos regionales y artesanías, y el dique subnivelador en Las Tapias. También se pueden visitar, a la vera de la ruta, un centro de apicultura y el zoológico Ecovalle. Toda esta región de singular belleza brinda un marco notable para el desarrollo de las actividades referidas al turismo de aventura (es conveniente consultar con los lugareños antes de emprender cualquier tipo de recorrido).


Volviendo a Villa Cura Brochero, recorriendo la ruta provincial N0 5 al norte, se alcanza la Pampa de Pocho. Desde la ruta es posible tomar un camino de tierra que conduce a la pequeña Villa de Pocho, donde se destaca la capilla construida en la segunda mitad del siglo XVIII (para visitar el templo hay que pedir las llaves en la proveeduría de enfrente). Si se continúa este camino se llega a Las Palmas, situada a la vera del tramo que une Taninga con Los Túneles. 


La capilla de Las Palmas es una reliquia arquitectónica cuya construcción fue iniciada en 1689 y finalizada en 1736. Siguiendo el camino hacia el oeste, que va bordeando la Quebrada de la Mérmela, se llega hasta a los cinco túneles construidos en 1930 desde donde se tiene una vista panorámica de los llanos de La Rioja.


Volviendo a Taninga, a unos 5 kilómetros al este, por la ruta provincial N0 28 y tomando un desvío hacia el norte, los amantes del turismo de aventura pueden visitar las minas de Cuchillaco, antigua explotación jesuítica. Regresando a la ruta N0 28 se puede visitar Tala Cañada, localidad que cuenta con un camping y balneario. Tres kilómetros al norte de Taninga, por la ruta provincial N0 15, el viajero arriba a Salsacate. Esta pintoresca población cuenta con hermosos balnearios naturales. Prosiguiendo viaje hacia el norte se arriba a San Carlos Minas, población que ofrece al turista un balneario, campings y hostería.

Si el turista cuenta con movilidad propia, es posible organizar con la Secretaría de Turismo paseos a la antigua mina La Argentina y otros lugares de interés turístico.

Subiendo más al norte se arriba a la localidad de La Higuera, donde se destacan las líneas de su hermosa iglesia. Al norte de este pueblo, donde es posible tomar el camino hacia la Candelaria, se halla un cerro con una cruz, y la ruta trepa por la cuesta de La Higuera ya para dirigirse a Villa de Soto.


VILLA CARLOS PAZ


Asentada sobre un fértil valle, Villa Carlos Paz, la ciudad de todos, se erige venturosa entre el cordón montañoso de las Sierras Chicas y las Sierras Grandes. Se posiciona como el segundo destino turístico del país, y ofrece al viajero eventos culturales, actividades recreativas, distensión, aventura, movida nocturna, comodidades, servicios y todo en el marco de un espléndido paisaje.


Villa Carlos Paz refresca sus veranos en las cristalinas aguas del Lago San Roque, responsable también de uno de sus principales atractivos: el Embudo, fotografiado por todo excursionista como recuerdo inevitable. El popular Reloj de Cucú es otra de las postales obligadas del paso por la ciudad; en tanto el Monumento a la Cruz constituye la primer excursión de esfuerzo físico que se hará extensiva a mucho más.


Parte significante del circuito conocido como Valle de Punilla, Carlos Paz pone a disposición del visitante una insuperable variedad de actividades recreativas, tanto en sus calles céntricas, donde pueden disfrutarse las funciones de las estrellas del espectáculo nacional; como en el espejo de agua de su lago, donde el vértigo invita a desarrollar todo tipo de deportes náuticos.


Sierras, balnearios, complejos recreativos, centros de entretenimiento y diversión, hoteles y establecimientos gastronómicos de primer nivel, conservan a La Villa en un puesto destacado del turismo en Argentina.


Historia de Villa Carlos Paz

Dominio territorial de los Comechingones, comunidad aborigen asentada en las márgenes de los ríos San Antonio y Cosquín, lo que hoy se conoce como Villa Carlos Paz, tuvo su origen en la fundación de la Estancia Santa Leocadia allá por 1668.

Esta propiedad pasaría a manos de Rudecindo Paz en 1869 y, tras la construcción del Dique San Roque, obra de vital importancia para la zona en cuanto sistema de provisión y distribución de agua potable, conseguiría un notable desarrollo y cambiaría su destino.


Años después -el 16 de julio de 1913-, el hijo de Don Rudecindo, Carlos Nicandro Paz, funda el pueblo que lleva su nombre y que se convertiría en un destacable centro turístico. En 1964, Villa Carlos Paz es declarada ciudad.

VILLA GENERAL BELGRANO

Definida como pueblo de las culturas, Villa General Belgrano asoma con su estilo centroeuropeo entre las Sierras Chicas y las Sierras Grandes, endilgándose el protagonismo turístico del Valle de Calamuchita.


Tejados, jardines floridos y mucha madera dan a la localidad la apariencia de aldea alpina que se acentúa al descubrir los aromas y sabores de su gastronomía. Es que Villa General Belgrano nació de un proyecto agrícola alemán y por alemanes fue habitada conservando aún la cordialidad característica y las tradiciones implantadas por los inmigrantes.


Un clima privilegiado, iluminado por 300 días de sol al año, permite el disfrute sin restricciones de los intensos paisajes de la villa y sus pinares surcados por arroyos. El turista encontrará allí innumerables motivos de atracción como respirar el aire seco y limpio en purificadoras caminatas o practicar diversos deportes contando para ello con la infraestructura adecuada.


Sede de la célebre Fiesta Nacional de la Cerveza, también conocida como Oktoberfest, Villa General Belgrano es visitada permanentemente por multitudes que disfrutan de sus playas sobre el río Reartes, sus campos de golf, sus museos, restaurantes, tranquilidad y cultura.


Villa General Belgrano es el punto ideal donde pernoctar, tanto por su proverbial hospitalidad y amplia oferta de alojamiento, como por su ubicación estratégica que permite emprender excursiones hacia los rincones más bellos del Valle de Calamuchita y regresar en el mismo día a las instalaciones y servicios del confortable lugar.


JUJUY
En la región de los Valles Templados, rodeada por montañas, se alza la ciudad capital San Salvador de Jujuy, principal punto de partida en los recorridos por la provincia. Tradicionalista y de estilo colonial, esta localidad conserva históricas construcciones en contraste con modernas instalaciones que vigorizan el turismo en la zona.

Reconocido por su turismo religioso y cultural, San Salvador de Jujuy recibe durante todo el año una gran afluencia de visitantes que arriban a su centro urbano a través de los diversos accesos de ruta o el aeropuerto internacional situado en plena ciudad. Iglesias, capillas, museos, antiguos edificios públicos, constituyen el principal circuito de esta capital, cuya cartelera no se agota allí.
Con un clima variante y un paisaje vestido de montes, verdes planicies y relucientes cursos de agua, San Salvador de Jujuy aparece, además, como un espacio ideal dónde desarrollar actividades al aire libre, paseos contemplativos y safaris fotográficos. Así, su belleza natural se une a su contenido cultural, haciendo de esta ciudad capital un destino turístico inevitable en las vacaciones por el noroeste argentino.

Caminatas por las calles de la localidad; admiración del estilo hispano que aún predomina en cada rincón; participación en las festividades tradicionales; adquisición de productos típicos, son sólo algunos de los itinerarios que no pueden omitirse en San Salvador de Jujuy. Y si de conocer los alrededores se trata, es casi una obligación visitar las Termas de Reyes, perfeccionadas con todas las comodidades; y Tiraxi, considerado una obra de arte de la naturaleza.
San Salvador de Jujuy es un arco iris de opciones turísticas; es un paraje de ensueño que sabe res-ponder a las exigencias de cada visitante con los mejores servicios y la gentileza de los lugareños.

Recorrer la Quebrada de Humahuaca es descubrir un paisaje de infinitos coloridos desandando el camino del tiempo; es remontarse a un pasado geológico de 600 millones de años que se unen a los 12.000 años de presencia viva del hombre en la región, manifiesta tanto en la riqueza cultural prehispánica como en numerosas formas culturales españolas, amalgamadas, en la actualidad, por acción de siglos de conflicto y convivencia dando origen a un extraordinario patrimonio cultural. 
Dejamos atrás la Ciudad de San Salvador de Jujuy y por la Ruta 9 comenzamos nuestro recorrido desde los 1250 metros. Nuestra primera parada es el pueblo de Tumbaya su Plaza e Iglesia. Luego partimos hacia Purmamarca, donde nos aguarda el Cerro de 7 colores, el Paseo de Los Colorados, la Plaza de Artesanos, la Iglesia y sus calles de postal. Tilcara recorremos las Ruinas del Pucará, el Museo Arqueológico, la plaza de los artesanos y la Iglesia, a continuación llegaremos a Utquia, para visitar la iglesia con su famosa Capilla de Anchas Paredes, con altar de oro y cuadros cuzqueños de los Ángeles Arcabuceros, visitamos a un artesano ceramista y una Reserva de Vicuñas.
Tras superar los más de 4.000 metros sobre el nivel del mar por la CUESTA DE LIPAN, donde sucesivas curvas van abriendo un camino de gran belleza. Descendemos un trecho hasta las SALINAS GRANDES, deslumbrante manto blanco donde visitamos a los salineros, observamos sus artesanías al pie de los piletones y nos perdemos en esta inmensidad.
Como muchas otras poblaciones del norte argentino, Tilcara no tiene una fecha de fundación. Toda la Quebrada de Humahuaca estuvo poblada de asentamientos indígenas, desde la época preincaica. Cuando el imperio Inca llegó a la región, la zona donde hoy crece y vive el pueblo de Tilcara, perteneció al Kollasuyo, como se llamó a la provincia del sur del mundo incaico. Pero esa organización no duró mucho aquí, ya que apenas unos 50 años después de su establecimiento, llegaron los españoles. Existen indicios de presencia humana en la región hace más de 10.000 años. Omaguacas, uquías, fiscaras y tilcaras fueron algunas de las tribus indígenas que poblaban la zona entre los años 1000 y 1480 de nuestra era. Los españoles, encabezados por el capitán Francisco de Argañaraz y Murguía, lograron vencer la resistencia de los aborígenes recién en 1598. Después de la conquista, estos pueblos fueron sometidos al régimen de encomienda, siendo obligados a residir en un lugar determinado y a trabajar por temporadas.
Aún hoy, en excavaciones que se realizan en pleno centro de Tilcara a propósito de nuevas construcciones, se producen importantes hallazgos arqueológicos que datan en general del siglo dieciséis. Algunos de esos objetos permanecen en el pueblo, exhibidos en los lugares donde fueron encontrados. Son los testimonios que el pasado ha dejado en el subsuelo tilcareño, para que nadie olvide que aquí la historia es cosa de todos los días. El pueblo de Tilcara está abrazado por dos ríos: el Grande, que recorre la Quebrada de Humahuaca de norte a sur, y el Huasamayo, que vierte sus aguas en el Grande de este a oeste. Ambos cursos están casi completamente secos la mayor parte del año. A partir de diciembre, cuando empieza la temporada de lluvias, empiezan a traer la tan esperada agua. Cada año, los tilcareños esperan con gran expectativa que “baje” el Huasamayo, que es el río que trae en su camino las piedras con las que construyen sus casas y sus pircas. El día que el Huasamayo se despierta, los pobladores van al puente y le regalan hojas de coca y cigarrillos. Viajando por la Ruta Nacional Nº 9 desde la capital provincial, San Salvador de Jujuy, hacia el norte, una serie de poblaciones va sucediéndose, la mayoría de ellas ubicadas entre la carretera y el río Grande. Tilcara, sin embargo, se levanta más allá del río, lo que ofrece además un paisaje singular donde el Cerro Negro se muestra salpicado por las viviendas tilcareñas.
Salinas Grandes: Es un impresionante mar de sal ubicado a 3800 metros sobre el nivel del mar. Ubicadas a unos 70 kilómetros de Tilcara, se llega en vehículo por la ruta 52, atravesando la Cuesta de Lipán y pasando por el punto más alto del tramo, a 4100 metros sobre el nivel del mar. La mayoría de las excursiones programadas son de jornada completa e incluyen el paso por rincones insondables de la región. Se puede ir sin guía, ya que el camino está en muy buen estado. En las Salinas, se puede visitar el Restaurant de Sal, ver los piletones donde se procesa el producto para su industrialización y maravillarse con la magia de semejante paisaje. Los atardeceres y las noches de luna llena son especiales para conocer las Salinas.

SALTA
Salta fue fundada el 16 de Abril de 1582, por Hernando de Lerma, gobernador de Tucumán. Original-mente la ciudad recibió el nombre de: Muy Noble y Leal Ciudad de San Felipe de Lerma en el Valle de Salta, este nombre fue cambiado inmediatamente después de la muerte del fundador de la ciudad, debido a la adveración que le tenían los primeros pobladores, que la rebautizaron como San Felipe de Salta. Luego, con el tiempo, el nombre se fue transformando en el actual: "SALTA". Varias etimologías aymaras conforman el vocablo Salta: "salla", peñas y "ta", lugar, por lo que el nombre significaría "lugar de peñas"; "sayta", pascana, es decir, paraje de descanso en un viaje; y "sagta, sagta", muy hermoso. Por eso es que se la conoce como "Salta la Linda". Durante los primeros años de la colonia, Salta era paso obligado en el camino al Alto Perú. Esto favoreció su rápido crecimiento. En sus alrededores se producían maíz, frutas, hortalizas, alimentos para el ganado, ruedas, telas y utensilios domésticos. La plaza mayor era el centro de la ciudad colonial. En la actualidad, convertida en plaza 9 de Julio, no ha perdido su importancia. Los patronos de la ciudad de Salta son el Señor y la Virgen del Milagro, que se recuerdan los 15 de septiembre con una procesión.
La bondad de su clima templado, la seguridad de su vida tranquila y placentera, la conjugación de diversión y relax, y la cordialidad de su gente hacen que Salta sea única, inolvidable, Linda por naturaleza...

La ciudad de Salta se caracteriza por su arquitectura marcadamente hispana.

Su perfil urbano esta delineado por casas de un solo piso, con calles y veredas angostas enmarcadas por el verde amarronado de cerros circundantes.

Una recorrida por esta ciudad permite descubrir museos, iglesias y casonas que fueron construidos en época de la colonia.

La bondad de su clima templado, la seguridad de su vida tranquila y placentera, la conjugación de diversión y relax, y la cordialidad de su gente hacen que Salta sea única, inolvidable, Linda por naturaleza.
En un recorrido de la ciudad es esencial visitar la Plaza 9 de Julio, solar elegido por Hernando de Lerma para fundar la ciudad en 1582. Las recovas caracterizan a las calles que la rodean.

A uno de los costados se encuentra la Catedral Basílica, construida a partir de 1858 y que tiene un altar laminado en oro. Allí se encuentran las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, patronos de la ciudad, y el Panteón de las Glorias del Norte, donde reposan- entre otros- los restos del Gral. Güemes, héroe de la Guerra de la Independencia.

Opuesto a la Catedral y también de cara a la Plaza se encuentra el Cabildo Histórico, que data de los tiempos de la fundación. Es sede del Museo Histórico del Norte.

Hacia el este por calle Caseros se llega a la Iglesia San Francisco, característica por sus muros terra-cota y su alta torre, y luego al Convento San Bernardo, cuyo magnífico portal de algarrobo fue tallado por los aborígenes en 1762.

El recorrido del casco histórico no está completo sin las mansiones coloniales de Uriburu, Arias Rengel, Leguizamón y Hernandez, muchas de ellas hoy devenidas en Museos.

Otra joya arquitectónica es el mercado Artesanal, donde se ofrecen artesanías de distintas regiones de la provincia.
El monumento a Güemes, al pie del cerro San Bernardo, y el Monumento 20 de Febrero, en el norte de la ciudad, son otras tantas obras que se recomienda visitar.

La zona de la estación de Trenes vio pasar a los personajes más importantes como también a los más desconocidos ascender y descender de los andenes. Eran calles pobladas de nostalgias milongueras y arduas jornadas de trabajo que marcaron una época del país en desarrollo, pero después la dictadura, luego la democracia y con ella la privatización del ferrocarril dejaron una zona despoblada, vacía y marginal de la ciudad.

De pronto una pequeña luz comenzó a destellar en uno y otro farol que volvían a encender el devenir de una zona añorada por todos. Entonces volvieron los poetas, los guitarreros, los bohemios y la vida misma comenzó a tejer lo que ahora se conjuga como en un todo lo que llamamos “Calle Balcarce”, con más de una treintena de bares, peñas, restaurantes y confiterías que invitan a disfrutar de la noche salteña.


CAFAYATE 
Disfrutando de su historia nos enfocamos en La Plaza principal de Cafayate, pintoresca, rodeada por las calles San Martín, Güemes, Belgrano y Nuestra Señora del Rosario. La atractiva plaza es de forma cuadrangular, cruzada diagonalmente por vistosos senderos y el mástil central divide a la misma en ocho sectores. Se destaca por su prolijidad y arboleda, donde se pueden admirar especies como araucarias, palmeras fénix, pinos y magnolias que la adornan de un entorno pintoresco.
El Mercado Artesanal: Se ubica frente a esta plaza, es el lugar ideal para encontrar artistas de Salta que exhiben y comercializan. Las artesanías son una de las manifestaciones culturales tangibles mas buscadas por los visitantes de Salta y todo el Valle Calchaquí. Numerosos artesanos del Norte Argentino muestran sus diseños en telar, platería, alfarería, madera y cerámica con el objetivo de que sus piezas puedan ser conocidas por todo el mundo. Podemos apreciar la esbelta Catedral, que se encuentra frente a la Plaza Principal, fue diseñada por el arquitecto Catalán Pedro Coll, entre 1890 y 1895. A su derecha observándola de frente se ubica la prelatura. En su interior posee cinco naves, donde la central es un poco mas ancha que el resto; siendo uno de los tres únicos templos religiosos que posee tantas naves construidas en su interior. El templo conserva una imagen de Nuestra Señora del Rosario, que se muestra sentada, por lo que los Cafayateños la han bautizado cariñosamente y respetuosamente “La Sentadita”. En su exterior se destacan las dos imponentes torres laterales y las tres atractivas puertas que comunican con el atrio.
Museo de la Vid y el Vino en Cafayate (1-1) Emplazado en el antiguo solar de “La Bodega Encantada”. Se trata de un espacio “vivo”, pleno de estímulos visuales y sonoros, interactivo y entretenido. Creado y desarrollado por un equipo interdisciplinario dirigido por Héctor Berra y Gustavo Borlasca, el Museo de la Vid y el Vino fue concebido y diseñado, a lo largo de más de cuatro años de trabajo, como un ámbito para promover el conocimiento, exaltar los sentidos y “envolver” emocionalmente al publico con recursos estéticos y narrativos. Se trata de un espacio “vivo”, pleno de estímulos visuales y sonoros, interactivo y entretenido, que puede ser visitado por personas de todas las edades. 

Al internarse en sus distintas áreas, el visitante será protagonista en esta atractiva propuesta.  “Los contenidos del Museo de la Vid y el Vino, están expresados de manera artística, con técnicas de exhibición que incluyen efectos escénicos, lumínicos, programas multimedia y presentaciones audiovisuales”; señala Héctor Berra, uno de sus creadores. “Los Valles Calchaquíes, sus paisajes, la evocación de sus tradiciones, la elaboración de sus vinos de proyección internacional, inspiraron el diseño y el desarrollo creativo de este Museo”, subraya Berra, responsable de contenidos y puesta en escena de este proyecto. “El nuevo Museo de la Vid y el Vino es uno de los más originales e innovadores espacios dedicados al vino en todo el mundo. Fue ideado con el mismo concepto vanguardista con que hicimos otros Museos Temáticos como el Glaciarium (Museo del Hielo Patagónico) de El Calafate, y el Museo Lafinur, en San Luis”, destaca Berra. 


El objetivo de Berra y Borlasca, sus creadores, es que el nuevo Museo de la Vid y el Vino se convierta en uno de los atractivos turísticos de Salta y en un valioso aporte cultural de Cafayate al país para ser disfrutado por argentinos y extranjeros.  “Diseño, creatividad, arquitectura y tecnología se combinan para que cada visitante viva una experiencia inolvidable y conozca la calidad que distingue a los vinos de los Valles Calchaquíes”, puntualiza Héctor Berra. 


UN RECORRIDO PARA DISFRUTAR Las exhibiciones interactivas del Museo de la Vid y el Vino se desarrollan en dos espacios arquitectónicos que establecen un contrapunto entre la imagen tradicional del antiguo local y la modernidad del nuevo edificio. Cada uno tiene un área temática o “eje narrativo” a través del cual se presentan al público los contenidos del Museo. La primera sala, en el edificio nuevo, gira en torno de la temática de la vid, en tanto que la segunda sala, la construcción antigua, ahora remodelada, ha sido estructurada alrededor del vino, su historia y elaboración. 


En el espacio dedicado a la memoria de la vid, un sistema de pasarelas conduce al visitante por una suave rampa ascendente desde donde puede contemplar imágenes de Cafayate, su paisaje y sus viñas.  En su recorrido, el espectador –protagonista, tendrá ante sí una impactante visión del firmamento, en las claras noches cafayateñas. Más allá, un conjunto de elementos en tres dimensiones (dioramas) muestran el corte transversal del suelo y una instalación artística, rinde homenaje al terruño a través de una de sus canciones más emblemáticas. Luego la rampa alcanza su máxima altura. Desde allí puede verse una maqueta artística de la ciudad enmarcada por los cerros y de los viñedos más altos y bellos de América del Sur. 


Además, los visitantes podrán disfrutan de una recreación escénica de 24 horas en Cafayate. Una vez que se ha visto Cafayate desde lo alto, el camino propone un homenaje al sol que ilumina los Valles de esta región. La pasarela conduce a una nueva instancia del recorrido: un mirador al cielo donde pueden observarse la sucesión de días y noches a lo largo de un año y las jornadas soleadas de las que goza habitualmente Cafayate. El público transita por un camino que, en realidad, es un curso de agua proyectado. Las imágenes expresan su capacidad de crear vida y fecundar los frutos de la tierra.  Los visitantes han estado en contacto con los elementos de la naturaleza. La vid necesita también de los trabajos del hombre.  Una pasarela atraviesa una instalación escénico – audiovisual que recrea un viñedo en tiempo de la vendimia. Se trata de un túnel compuesto por una combinación de elementos escenográficos e imágenes especialmente filmadas con la técnica Omnivision 360°. La experiencia es total. Cada visitante participa de la vendimia y recibe el saludo cordial de los trabajadores del lugar.  A modo de cierre del recorrido de la Sala 1, las uvas cuentan su relación con la tierra, el agua y el sol de Cafayate, que junto al trabajo de los hombres hicieron el vino. El relato culmina con la proyección de una película en un escultórico racimo. Para ver un vídeo del Museo, clicar aquí 


MEMORIA DEL VINO  La Sala 2 del Museo, “Memoria del Vino”, ubicada en el espacio que ocupara el antiguo museo “La Bodega Encantada”, alberga el pasado, el presente y el futuro del vino de los Valles Calchaquíes.  Respetando la arquitectura interior, se pusieron en valor los antiguos materiales y revestimientos del local, y se transformó el espacio en una exhibición con diseños y técnicas muy actuales. El camino, de madera clara, que conduce a los visitantes a través de los sectores que organizan la muestra, por efecto de la iluminación, parece flotar.


En puntos estratégicos del recorrido, el visitante se encuentra, con un simpático personaje de unos 25 centímetros de altura que aparece y se esfuma mágicamente.  Cuando el espectador se detiene delante de él, este personaje virtual brinda detalles de los elementos exhibidos.  Además, una docena de “Cubos de Interpretación Histórica” cuentan la historia del trabajo del hombre y la vitivinicultura en los Valles Calchaquíes.  Los documentos, fotografías y máquinas originales forman una composición estética que se acompaña con recreaciones fílmicas acerca de la utilización de la maquinaria, la época y sus personajes.  El vino de altura: secretos y procesos  Una sucesión de maquetas replican, a escala, las instalaciones donde se realizan los procesos de elaboración del vino. 


Se trata de una atractiva y didáctica experiencia que permite al visitante comprender los procesos modernos utilizados en la actualidad en los Valles Calchaquíes para la elaboración del vino. Estas maquetas animadas con recursos audiovisuales, permiten observar, como si fuera a través de las aberturas de los galpones, la labor de operarios y técnicos, lo que confiere dinamismo y realismo a la escena.  A continuación, toneles con video proyección en su interior relatan al visitante las características de los más importantes varietales que se elaboran en la región.  La visita al Museo de la Vid y el Vino culmina con la proyección, en el interior de un gigantesco tonel, de una película en la que es el vino quien tiene la palabra.


TREN A LAS NUBES Esta es otra opción de excursión que puede realizarse desde Salta, algunos de nuestros más intrépidos viajeros se decidieron por esta opción. Hay que mencionar que es un viaje largo, de alrededor de 16 horas, y que el trayecto de ida y vuelta se realiza por el mismo lugar, en su favor, la compañía que actualmente realiza su explotación, organiza algunas actividades a bordo, a fin de que el viaje sea más entretenido.


FICHA TÉCNICA

Capacidad: 468 pasajeros.
Velocidad: 35 km/h.
Servicios de a bordo:
Guía de informes turísticos.
Un ayudante por vagón.
Personal de seguridad.
Médico.
Enfermeros.
El tren más asombroso del mundo, el que llega a las nubes, asciende a 4.200 metros de altura en un recorrido de 434 km (ida y vuelta).

RECORRIDO
Va de la estación de tren de la ciudad de Salta hasta el Viaducto de La Polvorilla.
La altura de sus vías que llegan a los 4.200 metros sobre el nivel del mar, lo convierte en uno de los trenes mas altos del mundo.
Cuenta con servicio de comedor a bordo, traductor y asistencia médica por los problemas que pudiera ocasionar en algunos pasajeros la falta de oxígeno que provoca la altura. El recorrido tarda unas dieciséis horas, desde las siete de la mañana hasta aproximadamente medianoche o más. Posee un recorrido de 217 kilómetros. Atraviesa 29 puentes, 21 túneles, 13 viaductos, 2 "rulos" y 2 zigzags.

Durante todo el recorrido se realizan dos paradas: una, en la estación de San Antonio de los Cobres, y la otra, en el viaducto La Polvorilla.

Parte de la ciudad de Salta, el punto más bajo, y desde allí inicia el camino de ascenso hasta el punto final del recorrido, el viaducto La Polvorilla, el más elevado de toda la línea del convoy. En las diferentes estaciones los habitantes de los pueblos presentan pintorescos puestos con artesanías, vestimenta y productos regionales para adquirir como recuerdo del interesante viaje.

El tren cuenta con servicios tales como coche comedor, consultorio médico, audio, video y guías bilingües.

Es uno de los tres ferrocarriles más altos del mundo, que atraviesa vertiginosas montañas de la Cordillera de los Andes entre paisajes espectaculares. Parte de la ciudad de Salta, atraviesa el valle de Lerma, para introducirse en la Quebrada del Toro y llegar hasta la Puna.
Denominado Tren a las Nubes, ya que por su gran altura, muchas veces pueden apreciarse nubes debajo de los puentes o en las laderas.

La cantidad de rulos, viaductos, túneles y otras sinuosidades que recorre el tren se debe a que el autor del proyecto, el ingeniero estadounidense Richard Maury, tomó partido teniendo en cuenta el principio de adherencia de las ruedas del tren a las vías y por las leyes de la física, desechando el sistema mecánico de cremallera comúnmente usado para que las formaciones ferroviarias puedan trepar con solvencia las alturas. No utiliza ruedas dentadas, ni siquiera para las partes más empinadas de la subida, porque las vías están dispuestas de una manera peculiar circulando por un sistema de zigzags y espirales.

El tren parte de la estación General Belgrano, en la ciudad de Salta, a 1.187 metros sobre el nivel del mar, y termina en el viaducto.

ALGO DE HISTORIA
Este emprendimiento ferroturístico, hoy de renombre mundial, nace por iniciativa de las autoridades del Ferrocarril General Belgrano, quienes en noviembre de 1971, resuelven hacer correr un tren experimental con funcionarios y periodistas.

El 16 de julio de 1972 -hace 29 años- se realiza el primer viaje oficial turístico, lo que se mantendrá por 18 años, hasta 1990, cuando los ferrocarriles del Estado son privatizados. Desde 1991, el emprendimiento turístico "Tren a las Nubes" permanece en manos de capitales privados salteños.
EL ORIGEN DEL NOMBRE
El nombre de "Tren a las Nubes" se debe a un filme en colores, realizado por dos camarógrafos tucumanos -estudiantes de la Universidad Nacional-, en los primeros años de la década del '60, que hicieron el tramo Salta-Socompa a bordo del tren internacional de pasajeros, que en esos tiempos corría traccionado por máquinas a vapor, -las famosas "1300"-, y salía de la Estación Salta los días jueves a horas 11.05.

Los camarógrafos apalabraron al maquinista, para que cuando la formación llegara al viaducto La Polvorilla, la máquina hiciera una descarga lateral de vapor, de forma tal que ellos pudieran filmarlo desde las ventanillas de los vagones. Así ocurrió, y el vapor liberado por la máquina, a consecuencia de la baja temperatura del lugar, no se disipó rápidamente y quedó flotando por unos momentos en el firmamento puneño, lo que facilitó la filmación. El trabajo posteriormente fue ofrecido al Ferrocarril, quien luego de adquirirlo lo cedió al periodista del diario Clarín, Emilio Petcoff, a los fines que hiciera el guión del documental. Petcoff, al observar la filmación, se vio atraído por el chorro de vapor que la máquina exhaló en La Polvorilla y tituló al trabajo "Tren a las Nubes". Posteriormente Ferrocarriles Argentinos adoptó este nombre para el único emprendimiento turístico que en ese momento tenía en el país, y que recorría 240 kilómetros sobre el Ramal C 14, Salta Antofagasta.

Haciendo un poco de historia vemos que al iniciarse la explotación de los valiosos salitres de la zona de Antofagasta (Chile); extraer las riquezas era muy difícil por la falta de provisiones para los mineros; los alimentos se llevaban a través de la cordillera desde los valles argentinos. Queso, charqui, higos, eran acarreados a lomo de mula, y llevar los arreos de ganado constituía una verdadera proeza.

A fines del Siglo XIX, algunos tuvieron la idea de construir un ferrocarril que fuera hasta el norte de Chile para facilitar la salida de los minerales, aumentando el comercio entre los dos países. La intención era tender los rieles por el paso de Huaytiquina por el cual se llevaba el ganado.

Los estudios fueron postergando la obra hasta que en 1921 el Presidente Yrigoyen autorizó su construcción; encomendando la dirección de esta obra al ingeniero norteamericano Ricardo Fontaine Maury. Así el primer riel del transandino del norte (otro de sus nombres), se colocó el 20 de febrero de 1921, estando previsto terminarlo en seis años; pero sólo en 1948 se unieron las vías chilenas y argentinas en Socompa; siendo en febrero de ese mismo año cuando el tren partió de Socompa llegando a Salta al día siguiente.

Actualmente se presenta una opción más completa realizando el viaje mediante el Tren a las Nubes y volviendo con un vehículo especial todo terreno denominado Movi Track por ruta; o directamente efectuando todo el trayecto de ida y vuelta por ruta a bordo del mencionado Movi Track en el itinerario denominado Track a las Nubes.

Luego se llega a Las Salinas Grandes, que ofrece un paisaje árido, para comenzar a descender por el Abra de Lipam, hasta el pueblo de Purmamarca donde se encuentra el Cerro de los Siete Colores. Antes de regresar a la ciudad de Salta se visitara como atractivo final la catedral de la ciudad de Jujuy.

Otra opción de dos días de duración realizando el viaje anterior más las localidades de Tilcara y Humahuaca.

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